jueves, 8 de marzo de 2012

30 - EL COLEGIO PELAYO, DEL PORTAL NOU


    Nuestros padres nos cambiaron de colegio y nos matricularon en el Pelayo, del Portal Nou, cuyo edificio ya no existe. Mi hermano Juanito iba sólo a recibir clases nocturnas porque de día había empezado a trabajar, así que yo iba con mi hermana Julia, y cuando ésta dejó el colegio, también para incorporarse al mundo laboral, venía mi hermana Gemma conmigo.

Julia y Juanito empezaron
a trabajar

La calle del Portal Nou. A la derecha, 
estaba nuestro colegio

  Una anécdota que siempre recordábamos en casa y nos hacía reír: Cada mañana al ir al colegio las dos juntas por nuestra calle, al pasar un poco más adelante de la panadería de la Miguela, Gemma se apartaba de mi lado y se iba sola un trecho, hasta que le pregunté porqué lo hacía y me respondió "Porque hueles a chorizo", jajaja! Resulta que allí mismo había un local en el que elaboraban ese embutido y ella relacionaba el olor conmigo.

La chiquitina Gemma

Del plumier de madera de los peques, 
pasé al estuche con cremallera


  
 Un día en clase, mi profesora, nos hizo leer un texto que había escrito en la pizarra y yo, que estaba en la última fila, no lo podía leer bien, así que fuí memorizando lo que las otras niñas iban leyendo para que cuando me tocara a mí poder decirlo de memoria.

   Me tocó el turno y empecé "Los pájaros tienen alas y vuelan....", "¡No, vuelve a empezar" dijo ella, y yo de nuevo "Los pájaros tienen alas y vuelan...", se acercó a mí y me pegó en la cabeza "¡Vuelve a empezar!", yo llorando repetí lo mismo, me volvió a pegar hasta que me acercó a la pizarra  de malos modos y empujándome, y conseguí leer "Los pájaros tienen pico y alas y vuelan..." llorando, y ella con una cara de triunfo.... Me había olvidado del pico. Pero nunca me he olvidado de la profesora..... ¿No comprendió que no veía bien? No recuerdo si lo conté en casa, supongo que no....Sólo tenía 7años.

    Al poco tiempo de ocurrir esto, un día estaba haciendo los deberes en el comedor de casa,  y mi padre que estaba leyendo el periódico me dijo "¿Porque te acercas tanto a la libreta? ¿No ves bien?" Entonces cogió el diario y se colocó en una punta del comedor y a mí en la otra punta y me preguntó si veía los titulares; no conseguí leerlos. Al día siguiente me llevaron al oculista y me colocaron unas gafas para la miopía. Entonces comprendí que nunca había visto bien. Fue una gozada convertir esas siluetas borrosas en caras y objetos bien definidos. Cinco dioptrías es lo que necesitaba.

Con las gafas ya lo veía todo. 
A mi lado Gemma

  ¡Cuántas cosas me había perdido por no verlas bien! De todas las cosas que cuento de  cuando era pequeña, muchas son de sonidos, olores.... porque a un metro de mí no distinguía casi nada.

Siempre me había llamado la atención que en muchas de mis fotos de niña, estoy con los ojos medio cerrados  y con el ceño fruncido, como de enfadada....con el tiempo comprendí que los miopes ganamos algo de visión al entornar los ojos.

       


Parezco enfadada


Aquí, con los ojos casi cerrados

    En ese colegio, como tantos otros de la época, casi todos los profesores tenían la mano ligera. Mi siguiente profesor fue el Sr. Fernández, un zamorano que enganchaba los mocos debajo de su mesa, y le tenía un apego muy grande a su regla. Iba pasando mesa por mesa, y para decirte "¡Esa letra...!", te daba un reglazo en el cogote. Un día me dio tan fuerte que me rompió la cadena de oro que llevaba en el cuello. Mi madre fué a hablar con el director para quejarse y parece que se relajó un poco. Nuestro vecino Jordi, hermano de la Conxiteta, un día lanzó un tintero a la cabeza del Sr. Fernández ¡No disfrutamos ni nada cuando lo comentábamos!

Mi vecino Jordi 
¡Toma tintero, Sr. Fernández!


Los pupitres tenían un agujero
para los tinteros


    Estudiábamos con un solo libro, la Enciclopedia Álvarez, que contenía todas las materias, Geografía, Aritmética, Historia, Ciencias Naturales.....

    

La Enciclopedia Alvarez




    Una de las cosas que mejor se me daba era el dibujo técnico, disfrutaba dibujando  estrellas y rosetones con la regla y el compás.




    Me encantaba dibujar, en casa siempre lo hacía. En los ratos que no jugaba con mis hermanos, leía tebeos o dibujaba.

   También me gustaba hacer caligrafía de redondilla y gótica con sus plumillas especiales.

Alfabeto gótico

Diferentes tipos de plumilla

  Había un profesor que era amable y educado, el Sr. Gómez, que venía por las noches a dar clases de taquigrafía.  El primer año de estas clases no conseguí aprender nada, pero al enfermar durante unos exámenes finales (tuve una gran infección bucal con mucha fiebre y unos flemones que no me permitían ni abrir los ojos), tuve que repetir el curso, y ese año sí le cogí gusto a la taquigrafía y la aprendí perfectamente.

Así era mi libro de taquigrafía

La taquigrafía ya no se utiliza,
pero aún la recuerdo

      

No fuí buena estudiante, pero siempre tuve curiosidad por aprender  aunque no me sentía suficientemente motivada.  Pienso que los profesores tuvieron su parte de culpa, sobre todo la que me pegó brutalmente  delante de la pizarra por no ver el texto, o el Sr. Fernández siempre humillando llamándonos "satélites" a nuestro grupo de amigas....

Cuando ahora veo qué diferentes son los profesores de mis hijos, pienso cuánto me hubiera gustado tenerlos. 

También pasé muy buenos ratos. En la parte baja del edificio del colegio  había un lavadero dónde las vecinas del barrio iban a lavar la ropa, y lo atravesaba junto a  Rosario Molina para llegar a la calle Cortines, que es donde vivía mi amiga.  Me encantaba pasar entre esa nube de vapor que desprendía el agua caliente,  ese olor a jabón y a lejía. 

También recuerdo los ratos que pasaba con Montse Berroterán  al salir del colegio, nos quedábamos en el portal de su casa charlando y riendo...Seguimos en contacto después de tantos años.

El primer jueves de cada mes, nos llevaban a la Parroquia de Sant Pere de les Puel.les a confesarnos. Al día siguiente, en ayunas, volvíamos para comulgar. La vuelta al cole era una diversión para todos, en medio de bromas y travesuras en la fila. 






 







15 comentarios:

Mª Trinidad Vilchez dijo...

Jó, que maravilloso post, ni se por donde empezar,lo primero que guapa estabas, lo segundo ¡¡¡Felíz Día de la Mujer Trabajadora...!!!
Y lo tercero, me sabe muy mal lo de tu profesora, lo veo tan injusto que me revelo contra eso, no puedo ni aguantar la rabia contenida cuando me entero de algo similar con algún niñ@, que arda y se retuerza en el infierno...!!!
Los plumiers con cremallera, que contentas estábamos, y los agujeros en los pupitres, todo muy bien relatado querida amiga.
Te dejo que a las 6 de la tarde en el Centre Civíc de Sarriá, hay una exposición de cuadros que pintan las usuarias de la Fundació, Catalana, per a L'Paràlisi Cerebral, en la cual trabajo, así que me voy a arreglar un poquillo, si me dejan hacer fotos a los cuadros te los enviaré por mail, como no les responden las manos, pintan con un unicornio unos cuadros preciosos y hay entrega de premios.
Un beso mujer trabajadora y muchas gracias por compartir esos maravillosos recuerdos, que yo casi tengo olvidados y tú querida amiga, es muy grato oírlos de nuevo.

Montse dijo...

¡Feliz día, Mari Trini! Espero que vaya muy bien la entrega de premios de esas pinturas fantásticas que hacen estas mujeres, pensando además en el esfuerzo que deben hacer, pero que gracias a tu unicornio lo consiguen. Muchas gracias, y un beso muy fuerte.

Mari-Pi-R dijo...

Preciosa publicación Montse.
Ahora si un profesor pone la mano sobre un niño casi está expulsado del colegio, cosa normal en aquellos tiempos, se creían que por la autoridad que tenían derecho a todo.
Sabes yo fui muy mala para ir al colegio de pequeña, nunca me gustaba ir, con lo cual toda mi educación la he hecho de mayor, pero me he salido.
Un abrazo y feliz día de la mujer, por aquí no se celebra.

Montse dijo...

Feliz día, Mari-Pi-R, no creas, aquí se celebra sólo a nivel de cosas oficiales y culturales, pero no en la rutina diaria, para mí es un día como otro, trabajo fuera de casa y en ella, y además hoy he cuidado de mi nieta, superwoman, como la mayoría. Qué suerte has tenido de poder estudiar de mayor, ojalá yo hubiera podido. Antes se pasaban pegando a los niños en los colegios y ahora casi es al contrario, muchos maestros temen a los niños y a los padres ¿tan difícil es encontrar el equilibrio? el respeto mutuo, sin temores, es lo que lleva a buen fin. Muchas gracias, un beso, guapa.

Tot Barcelona dijo...

jejeje....lo de las plumillas...¡¡ a mí me gustaba la gótica alemana ¡¡¡ era la de la plumilla gorda y corta ¡¡¡ que bárbaro....aún debo de tener algunas por casa ¡¡

Gemma dijo...

El Pelayo!!!
Y los lavabos?. Bueno, el lavabo, que me daba tanto miedo ir (que miedicas hemos sido) que me hice "pipi" encima. El Dire, me dejo unas bragas de su hija que cabía yo toda entera, JAJAJA!!!
AH!!! No eras tu la que olias a chorizo?? Como os reisteis de mi!
Besos

Montse dijo...

Miquel, Tú sí que sabes, conservando las cosas, que luego tanta ilusión produce verlas de nuevo. Y aquellos tinteros de los pupitres que rellenaban con una tinta de lo más mala, siempre llevábamos una tinta Pelikan en la cartera para la estilográfica. ¡Saludos!

Montse dijo...

Gemma, éramos miedicas...y meonas, jajaja. ¡Qué frío hacía en el lavabo! ¿Te dejaron unas bragas de la rolliza Lourdes? Si tenía de repuesto es porque ella también se meaba ¿Te acuerdas de su hermano Luciano? yo siempre pensaba "pobre niño, que nombre le han puesto"
Ay, cómo me he reído contigo con las bragas y el chorizo.
Besos.

Júlia dijo...

Lo cierto es que, entre los profesores que teníamos excepto el Sr. Gómez, persona correcta y buen profesional y la Enciclopedia Alvarez, tenemos mucho mérito saber lo poquito que sabemos a pesar de ellos.

Pobrecita hermana mia descubrir el mundo que te rodeaba al ponerte la gafas y que pena no haberlo descubierto antes ni en casa ni en el colegio, aunque con esta miserable "profesora" igual te hubiera pegado por no ver bien

Seguramente tienes razón con lo de ceño fruncido, yo no recuerdo verte enfadada. Estabas guapísima.

Siempre te ha gustado leer mucho y lo que te enseñaron en el colegio tu lo has multiplicado por diez.

Que bonitas las plumillas y los pupitres.

Una vez mas me ha encantado, muy bien cariño.

Montse dijo...

Julia, ahora miope y con vista cansada, que para comer pescao me tengo que quitar las gafas, si no, me como las espinas. Si hubiéramos tenido otra enseñanza, estoy segura de que nuestras vidas hubieran ido por otros derroteros, y ya de mayores no ha habido ocasión. Si volvemos a nacer y seguimos siendo hermanas, recuérdame que estudiemos, jeje.
Un beso y también a la mama.

prova dijo...

Hola Montse, voldria saber si el col.legi Pelayo del que parles estava al número 29 de Portal Nou. Tinc notícia que en aquesta finca hi havia una escola al pis principal. M'ho pots confirmar? Jo tinc informació del barri en el meu bloc familiasantonja.blogspot.com


Miquel

Montse dijo...

Hola Miquel, perdona la tardança en la resposta, pero no he rebut el avís del teu comentari...T'he de dir que el colegio Pelayo estaba a Portal Nou, 41, principal. No sé de cap altre escola al número 29 del carrer...
He donar un cop d'ull al teu blog i em sembla molt interesant! L'aniré llegint, es un treball molt bó el que fas. Salutacions!

Montse dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Recuerdo la fábrica de chorizos estaba en la puerta de al lado de mi casa , tel almacén donde lo secaban estaba creo que era en el 22 el edificio más moderno que había en la calle Jaume Giralt , yo jugaba con la hija del dueño

Montse dijo...

Unknown, te pido disculpas por responderte después de meses de tu comentario, pero hasta hoy no lo había visto. Recuerdo la fábrica de chorizos cerca de la panadería de la Miguela, coincide con la numeración que dices. Muchas gracias!