Esta entrada es, sobre todo, de fotografías de los buenos momentos pasados en familia.
En casa teníamos muy poco, pero nos teníamos los unos a los otros, y la familia, a pesar de las necesidades básicas, sabía sacar partido a los buenos momentos. Cualquier ocasión era buena para reunirnos con tíos y primos, que eran muchos.
En el Verdún, mi padre el del medio,
Lupe con su madre, y Juanito
asomando por detrás
Tortilla de patatas, ensaladilla rusa...
seguro que mi madre llevaba
las croquetas
Cuando en Deslite, donde trabajaba mi padre, organizaban excursiones, íbamos toda la familia y siempre he oído la historia de que una vez que fuimos al campo y era yo muy pequeña, una serpiente bien grande se acercó por el olor de la leche que tenían preparada para hacerme el biberón ¡La serpiente no sabía quién era la familia Hernández! Entre todos mis tíos la molieron a palos y mi tío Pepito se la llevó triunfante paseándola luego por Via Laietana.
En el campo, mi madre de pie y mi tía Aurora
intentando darme un vaso de leche
Julia, en primer plano, y mis tías Anita, Ginesa
y Aurora, detrás mi madre y yo
Mi hermana Julia con otros niños
"El corro de la pataaata..."
Julia sentada y detrás Juanito, si es que
con unas cañas ya lo pasábamos bien...
Solía venir también un amigo de la familia que se llamaba Lolo y que junto al tío Chules y al tío Pepito hacían cosas divertidas.
Equilibrios...
Teníamos diversión asegurada
Al cirque du soleil, podían haber idoCon unos tíos así ¿Quién se aburría?
Ibamos al campo que había en el Verdún, donde vivían la tieta Ginesa y su marido Ginés, y a la playa de la Barceloneta. En la playa colocabamos una sábana con unas cañas para hacer sombra. ¡Cómo me gustaba el olor de la playa! ¡Hummm! era una mezcla de agua del mar, coco y helado de vainilla.
Frío no pasábamos, bien juntitos todos.
Mis tíos Matilde, Ginesa, Ginés, yo bostezando
con mi madre y detrás Aurora y Julia
Aquí bosteza mi prima Lupe y su hermana
Lola sonríe al lado de mi madre,
sin toallas ni tonterías
Lola sonríe al lado de mi madre,
sin toallas ni tonterías
De esta guisa iba yo a la playa,
con glamour
Nuestro tío Angel, marido de la tieta Dorín, se compró una moto con sidecar, y una de las veces que fuimos a la playa de la Barceloneta hizo varios viajes para llevar a la familia (a las mujeres, vaya) a pesar de que vivíamos cerca y siempre íbamos andando, ¡pero nos hacía una ilusión ir en moto....!
Mi tío Angel, mi prima Lola y
en el sidecar mi tía y yo
Mis padres...guapos!
Mi tío Chules aupándome
con una mano
Fijándose bien, a mi lado se puede ver
el gorro del señor de los helados y a mis
hermanos y mi primo haciendo cola
el gorro del señor de los helados y a mis
hermanos y mi primo haciendo cola
En verano, a veces íbamos al rompeolas a cenar y extendíamos un mantel en las rocas y comíamos tortilla de patatas y una "musclada" con los mejillones que mis tíos Pepito y Chules habían cogido por la mañana en las rocas.
En Banyolas, mis hermanos y yo
Siempre venía con nosotros la tieta Anita, la hermana mayor de nuestra madre, que se quedó viuda muy joven y no tuvo hijos. Su marido, al que no puedo recordar ya que yo era muy pequeña cuando falleció, se llamaba Melchor, y ella vivía con sus dos cuñadas en la calle Murillo, cerca del Paralelo. Se jubiló en la Bru donde trabajó casi toda su vida.
Mi tía Anita y su marido Melchor
el día de su boda
Aquí en una de las excursiones,
mi tía Anita de negro
mi tía Anita de negro
La tieta Anita se repartía en las festividades en casa de unos o de otros. Había una frase que me decía siempre riéndose cuando me veía "Mila tieta, paso el lío y no me mojo", que es lo que le dije en una ocasión en Las Planas al intentar saltar un charco, cayéndome en él y sin saber pronunciar la "erre".
Mi madre, el tío Chules, Julia, la
tieta Anita y yo, en Montserrat
La tieta Anita y mi madre en Banyolas
También venía muchas veces el tío Domingo con su mujer María, a la que habían operado del tabique nasal en una intervención cirúrgica chapucera y le destrozaron la nariz, con lo guapa que era. Vivían en La Verneda con su única hija Dorín, nuestra prima (si la llamaban Dorotea no respondía).
Mi tío Domingo y mi tía María en su boda.
El traje de mi tío lo usó mi padre después
para la suya